23 DE MAYO
Durante la mañana del día 23 los cabildantes se reunieron para contar los votos emitidos durante la madrugada.
Las actas de las sesiones del Cabildo dicen que “hecha la regulación con el más prolijo examen resulta de ella que el Excmo. Señor Virrey debe cesar en el mando
y recae éste provisoriamente en el Excmo. Cabildo (…) hasta la elección
de una Junta que ha de formar el mismo Excmo. Cabildo, en la manera que
estime conveniente, la cual haya de encargarse del mando mientras se
congreguen los Diputados que se han de convocar de las Provincias
interiores, para establecer la forma de Gobierno que corresponda”.
Fueron ciento cincuenta y cinco votos contra sesenta y nueve.
La decisión estaba tomada y Cisneros debía dejar su cargo como virrey,
dando espacio a la conformación de una junta provisoria que asumiera el
control.
Sin embargo, a pesar de lo resuelto, el síndico Leiva, adicto al
virrey, preparó una maniobra: nombrar una Junta presidida por Cisneros,
argumentando que si bien la mayoría había dispuesto que cesara en el
mando, sería conveniente que éste no fuera separado definitivamente del poder,
sino que se le nombrara "acompañado con quienes había de gobernar,
hasta la congregación de los Diputados del Virreinato y se entienda por
una Junta compuesta de aquellos, que deberá presidir en clase de vocal
dicho señor Excelentísimo…"
Al comentar esta decisión el Cabildov al irrey, este aceptó, pero
poniendo como condición que previamente de consultar a los jefes
militares. Los comandantes fueron informados esa misma noche pero estos
no emitieron opinión alguna sobre la nueva Junta. El armado de la misma quedó para el día siguiente.
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